Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 31-40)

Continuo el listado de los mejores proverbios de Viaje al Oeste, esta vez de los capítulos 31 al 40.
Ya que la elección ha vuelto a ser difícil, de nuevo he escogido los 14 mejores proverbios entre los capitulos 31 y 40.


Chu Ba-Chie, historia

En su camino hacia el Oeste el maestro Tripitaka adopta como sus discípulos a varios guerreros para ayudarle en tan difícil trayecto. Además del Rey de los Monos, del que ya hablamos con anterioridad, otro de los discípulos que acoje es Chu Ba-Chie, también conocido por su nombre religioso Chu Wu-Neng, o como el antiguo Mariscal de los Juncales Celestes y apodado muchas veces como el Idiota.

Chu Ba-Chie gozó del honorable título de Mariscal de los Juncales Celestes pero en cierta ocasión se emborracha y se pone a coquetear con la Diosa de la Luna, motivo por el cual el Emperador de Jade(el gobernante de las regiones superiores) le manda azotar más de dos mil veces seguidas con un mazo y le destierra al mundo mortal. Eso le obliga a buscar un nuevo cuerpo en el que reencarnarse, pero, se pierde y va a parar al vientre de una jabalina, convirtiendose así en un hombre con aspecto de cerdo.

Después de eso, rapta a la hija del mayor de la aldea Gao y vive con ella durante muchos años, hasta que Sun Wu Kung logra capturarlo, haciendo que asuma la fé Budista, uniéndose a Tripitaka en su viaje hacia el Oeste. Pese a tener muchos menos poderes que Wu Kung y tener una excesiva propensión a caer en ciertas tentaciones, es de gran ayuda durante el viaje, casi siempre cargando con el equipaje y desenvolviéndose con especial soltura en los combates bajo el agua, gracias a su particular arma, un rastrillo de 9 puntas y 5 toneladas de peso.

Al igual que el personaje Sun Wu-Kung, Chu Ba-Chie también sirvió de inspiración en la creación de un personaje en la popular serie de animación Dragon Ball, donde el personaje Oolong comparte tanto su aspecto físico como parte de su personalidad.


Los mejores dichos, proverbios y frases de Viaje al Oeste (capítulos 31-40)

De nuevo he tenido una difícil elección entre tan originales y divertidos proverbios que hay en estos capítulos. Esta vez ha habido un proverbio que me ha gustado especialmente, es el que está marcado en negrita.
En estos capítulos hay bastantes dichos recitados por personajes que se van encontrando durante el viaje, además de algunos de Chu Ba-Chie y del siguiente discípulo de Tripitaka, el Bonzo Sha.


-Provocar a un guerrero es mucho más efectivo que hablar con él. Así que voy a tratar de irritarle un poco. (pag.703)

-¿Por qué os mostráis tan duro conmigo? -protestó el Bonzo Sha-. Como todo el mundo afirma, un caballero auténtico siempre perdona y olvida. (pag.706)

-Se ve que no sabéis juzgar a las personas -exclamó el Peregrino, soltando la carcajada-. Como muy bien afirma el proverbio, «por muy larga que sea una burbuja de orina, no pesa nada, mientras que un trocito de hierro siempre resulta pesado». (pag.709)

-¡Qué terrible desgracia, esposo y señor! Como muy bien afirma el proverbio, «un hombre sin mujer desperdicia sus riquezas, mientras que una mujer sin marido se encuentra a merced de todos los vientos» (pag.711)

De todas formas, antes necesito saber qué tengo que hacer para proteger al maestro o para salir por ahí a recorrer la montaña. Quien no conoce de antemano sus obligaciones no puede afirmar que vaya a ser capaz de llevarlas a buen término. (pag.732)

-¡Mono descarado! -le regañó Tripitaka, que acababa de encaramarse en lo alto de su cabalgadura-. «Salvar una vida es diez mil veces más meritorio que erigir una pagoda de siete pisos.» Carga con él de una vez y déjate del Clásico del Mirlo del Norte o del Mirlo del Sur. (pag.754)

-En ese caso -trató de tranquilizarlos el Guardián-, no temáis. La ley establece que «no puede ser condenado quien desconoce la existencia de una norma». (pag.759)

Pronto se apoderó de él un profundo sopor. Con razón reza el proverbio: «Cuando te sientes feliz, tu espíritu se mantiene alerta, pero, cuando el abatimiento se apodera de él, acude a ti, raudo, el sueño». (pag.804)

Pese a la distancia, el maestro no pudo evitar escuchar esas palabras y pronto las lágrimas se agolparon en sus ojos, al tiempo que se decía, profundamente apenado:
-¡Qué lástima! Con razón reza el dicho que «un hombre alejado de su hogar no vale gran cosa». (pag.820)

-¿Acaso habéis olvidado lo que decían los antiguos? -contestó el abad-. «Cuando un tigre llega a una aldea, todo el mundo cierra en seguida las puertas de su casa. De esta forma, no puede expresar su fiero natural y su fama declina a ojos vista.» (pag.822)

-El proverbio afirma con razón que «se requieren más de mil días para formar un ejército, pero sólo basta uno para destruirlo» -explicó el abad-. ¿Comprendes ahora por qué es preciso que salgas tú y no yo? (pag.826)

No debes olvidar que, como bien reza el proverbio, «hasta los espíritus tienen miedo de los feos». (pag.828)

Como muy bien reza el dicho, «quien no cree en la honradez del honrado debe precaverse de los malos modales del amable». (pag.845)

-¿Se puede saber qué estáis diciendo? -replicó el Peregrino, soltando la carcajada-. Con razón afirma el proverbio: «Para que una casa funcione bien, sólo precisa de una cabeza rectora». Es justo, por tanto, que aceptéis su reconocimiento. (pag.888)


Quien desee conocer la selección de mejores proverbios de los capítulos 41 a 50 deberá, por tanto, leer con atención el texto que se ofrece en la próxima entrada.


Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 1-10)
Proverbios de Viaje al Oeste (capítulos 11-20)
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