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7 de julio de 2013

Análisis - Sid Meier's Civilization IV (Mac)

Droga en vena.

Al fin analizo la cuarta entrega de una de mis sagas preferidas, Civilization. Ya que hace tiempo que lo jugué y aún hace más que jugué a las anteriores ediciones posiblemente me equivoque en algún dato. Ya me lo perdonareis xD
Dejo para el futuro el análisis de los DLCs que incluye la Complete Edition.


Sid Meier's Civilization IV (Mac OS X)

Todos los 6 tipos de victorias posibles conseguidas. 283 horas jugadas.



Un nuevo Civilization llega a nuestros Macs y PCs… bueno, llegó hace 7 años. Mi primera experiencia con este Civ no fue muy buena, duró lo que tardó en aparecer un tigre y dejar medio muerto a mi primera unidad militar. ¿Qué coño hacía luchando contra un animal en un juego de civilizaciones? Tampoco me gustó el aspecto del juego, en 3D, visualmente muy diferente a las anteriores ediciones y más confuso. Ni tampoco los 10 segundos transcurridos en ver cada detalle de la lucha más lamentable que había vivido hasta la fecha en un Civilization.
Pasaron algunos años y un buen descuento en Steam para poder asimilar estos cambios y comprarme el juego con todas sus expansiones, al fin y al cabo, Civilization ha sido desde la primera entrega una de mis sagas fetiche.


El gran cambio de esta versión es la conversión absoluta al 3D. Todo es en 3D: el mapa, las unidades, las ciudades, los líderes, incluso los videos de las maravillas. Todo ello también aporta más realismo y libertad visual: Zooms sobre el mapa, giros de cámara, visualización de las ciudades en tiempo real, animaciones en las luchas…
Claro que también tiene su parte mala, se necesita más máquina para mover todo esto. Además, parece que la optimización no es uno de los puntos fuertes del equipo de desarrollo, ni en PC y mucho menos en Mac. Aun jugando en mi MacBook Pro con casi todas las chorradas gráficas al mínimo, la tasa de fotogramas por segundo es notablemente baja. Personalmente encuentro absurdo que en un juego de estrategia antepongan los gráficos a la fluidez y comodidad de juego.

Pero tampoco se han limitado a hacer una renovación gráfica. Aunque la base jugable permanece inalterable sí ha habido numerosos cambios en los conceptos del juego.
Ahora juega un papel importantísimo la cultura de las ciudades, de la cual dependen la expansión de nuestro territorio, los recursos del suelo que podemos explotar y nuestra superioridad sobre nuestros vecinos. Otro nuevo concepto en esta edición son las religiones que son clave en el desarrollo de la cultura.

En esta edición vemos la supuesta construcción de las maravillas del mundo.

La creación de ciudades, la explotación de recursos del terreno y la construcción siguen el mismo patrón que las anteriores entregas de la saga, con algunas pequeñas mejoras. Se ha arreglado el que para mí era uno de los fallos más absurdos de la 3ª parte, que hacía que tener una ciudad alejada fuera un gasto inútil debido a la corrupción. En cambio ahora se añade un coste por ciudad que simplemente evita que las civilizaciones creen ciudades desproporcionadamente.
Otros cambios que me han gustado ver es que por fin se ha dejado de calcular todo con números enteros y que la infelicidad ya no es una continua tocada de huevos a cada turno que pasa.
El movimiento de unidades y el combate siguen las reglas generales de la saga, donde la estrategia está más en la defensa que en el ataque. Tenemos que analizar a nuestros rivales para descubrir sus puntos fuertes y sus puntos flojos para anticiparnos a un posible ataque construyendo las unidades más adecuadas. Por ejemplo, si vemos que nuestro rival tiene muchos soldados con espada, construiremos más soldados con hacha, si en cambio tiene unidades montadas, construiremos lanceros y piqueros.
Y al menos en mi caso, lo que me pareció siempre más efectivo en el ataque es llevar un montón de armas de asedio para bombardear y disminuir masivamente la vida de las unidades rivales, llevar una buena variedad de unidades que puedan defender frente a diferentes ataques y unas cuantas unidades para atacar y tomar las ciudades.


Desgraciadamente esta versión no arregla la inteligencia artificial de los enemigos, que para mí es uno de los mayores defectos de esta saga. No entiendo como a estas alturas el aumento de dificultad siga consistiendo en darle a los rivales tecnología y unidades muy por encima de las posibilidades reales del juego y que llegado a un momento concreto una civilización, sin importar su relación contigo ni su ubicación, te ataque porque sí y además sepa exactamente donde debe atacarte sin haber pisado tu territorio una sola vez.
Las opciones disponibles en la diplomacia siguen siendo escasas y no permiten mucho más que comerciar con tecnologías, lo que no siempre es posible.
También es frustrante que al conquistar una ciudad se pierdan un montón de mejoras de la ciudad. Peor aún es reconquistar una ciudad, en un 2 turnos pierdes construcciones que tú mismo habías tardado muchísimos años en construir. No entiendo tampoco por qué han quitado la opción de vender o por lo menos eliminar mejoras de la ciudad. ¿Qué hago si quiero quitar una central térmica para poner una central hidráulica y así reducir la polución de mi ciudad?
Jugablemente me ha parecido lento. Además de la baja tasa de fotogramas por segundo, es lento al hacer la transición entre unidades por mucho que en la configuración pongas que quieres que el movimiento de las unidades sea rápido.


La música está bien, los efectos de sonido ambientales se adaptan al entorno en el que nos encontremos y cada unidad tiene sus propios sonidos, ambientando bien la acción. Aunque yo suelo jugar con la música del iPod puesta xD

Como siempre, la dificultad del juego es bastante exigente, pero porque en los niveles superiores los enemigos van chetadísimos. Y también como es habitual, el juego se hace más fácil a medida que vamos avanzando en el tiempo.
Jugando una partida normal, el tiempo de juego creo que es menor que en versiones anteriores, siendo ahora de unas 30 horas.



Conclusión:
Gráficamente se ha transformado todo en 3D, pero la tasa de fotogramas por segundo es demasiado baja, por lo menos en máquinas no muy potentes. También se han cambiado algunos conceptos jugables donde la cultura y la religión han ganado una importancia vital. Se han arreglado algunos defectos respecto a versiones anteriores, pero algunos siguen persistiendo, como la inteligencia artificial y la diplomacia.


NOTA FINAL: 8 de 10. Gran juego.