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30 de abril de 2024

Análisis - The Legend of Zelda: Skyward Sword (Wii)

Empecé el juego al poco de salir, en 2011, pero no me acabó de gustar y tras unas 10 horas de juego, al quedarme atascado en una de las primeras zonas, acabé dejándolo olvidado. En 2023, más de 11 años después, retomé la misma partida y esta vez sí, con más paciencia acabé pasándomelo.


The Legend of Zelda: Skyward Sword (Wii)

Juego finalizado.


La famosa desastrosa presentación del gameplay del juego por parte de Miyamoto en el E3 del 2010 fue un pequeño augurio de lo que sería el resultado de este juego. Y aunque los problemas que tuvieron fueron totalmente fortuitos, sí que en cierta manera reflejan un problema que nunca ha acabado de arreglarse. Y es que la tecnología de los controles por movimiento no estaban todavía preparados para tomar el protagonismo en un juego del calado de The Legend of Zelda, ni siquiera con el Wii Motion Plus.


Centrándonos en este juego: Sí, la espada consigue representar perfectamente la posición y movimiento del Wiimote que tenemos en las manos, pero a la hora de ejecutar un golpe rápido se confunde.

Por ejemplo, a la hora de luchar contra una planta carnívora, tú tienes que cortarla en la dirección que esté su boca cuando ésta se abre. Además tienes que hacerlo bastante rápido porque si no ella te golpea a ti. El problema es que tienes tan poco tiempo, que al desplazar el mando a la posición en la que poder hacer el golpe, el Wiimote detecta este movimiento como un ataque, y por lo tanto falla el golpe. Yo en estas ocasiones optaba por ir siempre preparado con la espada en alto y en cuanto la planta abriera la boca, pegarle el mandoble de arriba a abajo. Si no acertaba con la dirección, la planta simplemente se agitaba un poco. En ese momento yo levantaba de nuevo la espada y en cuanto abría la boca, le daba de nuevo en la misma dirección. Así hasta que abriera la boca en vertical y consiguiera cargármela. Conseguía mi objetivo, pero fastidiaba mucho la experiencia.


Al final, este control por movimientos que requiere precisión es molesto y consigue lo contrario de lo que pretende, que es tener una experiencia más inmersiva. Acabas encorsetado en hacer los movimientos como el juego mejor los detecta, en lugar de hacer el movimiento que tú libremente harías.

Tampoco entiendo por qué la acción de apuntar ya no es a través de la barra de sensores y los infrarrojos, si no que es por la inclinación del mando. Primero, este tipo de control no tiene en cuenta la posición relativa a la pantalla, por lo que nunca apuntas a donde físicamente estás apuntando, ni de casualidad. Y segundo, el centro se calibra cada vez que inicias un apuntado, por lo que si indicas que quieres usar el arco y en ese momento estás apuntando al suelo, tomará ese punto del suelo como el centro de la pantalla, lo cual no tiene ningún sentido. Claro que puedes recalibrarlo apuntando al centro de la pantalla y apretando un botón, pero ya es otro encorsetamiento a sumar.


Y desgraciadamente es así para todas las armas y para todos los combates, con sus más y sus menos. Evidentemente te acabas acostumbrando y vas encontrando las maneras de solventar estas molestias. Y las partes más difíciles, que son los enemigos finales, no requieren tampoco de una gran rapidez ni precisión, por suerte. Por ejemplo, el enemigo final del juego me lo pasé a la primera, eso sí, quedándome a medio corazón de palmarla.

Por el lado de los puzles, sigue la fórmula clásica de todos los Zelda en 3D, incluso puede que sean algo más sencillos e intuitivos. Y las mazmorras siguen también un estilo muy clásico.

Los enemigos finales también tienen un estilo clásico y no destacan mucho. Además hay un enemigo final que se repite varias veces, lo cual no me gustó mucho porque es un combate bastante tedioso.


La historia me pareció algo floja, genérica. Solo el inicio me pareció que tenía algo de chicha, pero se desinfla a medida que avanzaba el juego. Acabas siendo un mero recadero, haciendo misiones muy tontas, sin épica alguna.

Los personajes también me han parecido sosos. A parte de Link, Zelda y la abuela de la Tierra del Presidio, al resto los tiraría de Altárea con un ancla atada al tobillo, francamente.

Gráficamente tiene un diseño bonito y tiene un efecto acuarela bastante curioso de ver. Es un efecto que, a su manera, reduce la resolución de los elementos según su lejanía.

La música como siempre a muy buen nivel, con todos los temas orquestados.

En duración sigue bastante los estándares, si no recuerdo mal, para mi fueron unas 40 horas.


Conclusión:

Más que un juego de Zelda, es un muestrario de las bondades del Wii Motion Plus, donde no acaba muy bien parado. Por ello la jugabilidad es muy encorsetada y no es tan disfrutable. La historia es algo sosa, al igual que sus personajes. A pesar de todo, es un juego de altos estándares y las mazmorras son disfrutables. Pero como Zelda es mediocre.

NOTA FINAL: 7 de 10. Buen juego.

1 comentario:

Jerometa dijo...

Bua, es que me pasó igual. A las 10 horas o así lo abandoné porque no me estaba enganchando del todo y el control del Wii-mote me volvía panera xD.

En mi caso, tengo intención de jugarlo como Dios manda en algún momento, pero yo sí lo empezaré desde el principio, jajajaja. Creo que después de tantos años podré disfrutarlo por lo que ya conozco que ofrece (lo que explicas en tu reseña de los controles) en lugar de decepcionarme tanto xP